viernes, 5 de marzo de 2010

LA TANZANITA, UNA PIEDRA PRECIOSA MÁS RARA QUE EL DIAMANTE


La Tanzanita , (Ca2Al3Si3O12OH) es la variedad azul o púrpura de la zoisita, silicato de calcio y alumino, ortorrómbico, de tono entre verde y marrón, que, a más de 600 grados Celsius de temperatura, transforma radicalmente su color en azul o azul violeta. Es esta variedad la que recibe el nombre de Tanzanita porque, en forma natural, sólo se da en Tanzania, concretamente en un único yacimiento en las colinas de Meralani. Esta peculiaridad, unida a su belleza y al monopolio de explotación que Tanzania ejerce sobre él, hacen que la Tanzanita sea una gema muy codiciada, a pesar de su relativa fragilidad ya que su dureza es de 6,5 a 7 en la escala de Mohs, por lo que se deteriora y raya con facilidad y no soporta los acídos.

La Tanzanita destaca por su tricroismo. Según la orientación del cristal y el tipo de luz puede parecer azul zafiro, violeta o verde. Ello es un factor muy importante a la hora de apreciar el valor de esta piedra. La tanzanita será más azul a la luz del día, mientras que el tono violeta será más visible con luz incandescente. Alcanzando siempre en cualquier caso, tonos más intensos y profundos que el zafiro más puro. La piedra que alcanza el mayor valor es, generalmente, aquella que incluso con luz incandescente sigue siendo prácticamente azul. Es frecuente encontrar cristales de tanzanita sin defectos, por lo que la piedra no debería contener demasiadas inclusiones.

La Tanzanita se conoce desde hace relativamente poco tiempo pues fue descubierta en 1967 por el geólogo portugues Desouza quien, de acuerdo con la firma Tiffany & Co. , la bautizó con el nombre de Tanzanita, presentándola al mundo desde un fascinante escaparate de su sede en New York.
La tradición, sin embargo , nos habla de que fueron los pastores masai los primeros en descubrir esta piedra preciosa. Según el mito popular, un rayo cayó cerca de las colinas de Merelani, prendiendo fuego a los prados circundantes. Cuando los pastores masai volvieron a la zona con su ganado, habían aparecido piedras mágicas azules en el suelo.

Yo la descubrí en un viaje a Sudáfrica. Tiene tal belleza que te quedas absorto contemplándola y te viene a continuación un impulso irresistible por comparla, para descubrir con pena, que su astronómico precio está por encima de todas tus posibilidades. Cuesta apartar definitivamente los ojos de ella y cuando más tarde caminas por la calle pensando en su radiante hermosura, te queda el consuelo de encontrar de repente una definicion perfecta:
Sí, la tanzanita es una gota de océano, cristalizada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario